El arte-sano de educar con el hacer a partir de la imaginación, creatividad, habilidades y conocimientos de niños/as que ponen en sus recursos, las materias primas y los residuos. Estos últimos, aparecen en los contenedores (latas, papel, cartones, plásticos, tetra-brik, neumáticos, etc.) y normalmente son mirados con desprecio, han sido básicos para la realización un número importante de actividades que durante estos cinco días que ha durado el campamento, han hecho disfrutar a más de cuarenta niños/as de la localidad de Almensilla.El reto era realizar un campamento urbano desde una metodología de educación libre y alternativa en un espacio urbano con un grupo de niños y niñas escolarizados, acostumbrados a la cultura escolar de las instituciones educativas.
El resultado ha sido mágico, puesto que niños y niñas han convivido en un ambiente de respeto, apoyo, escucha, atención y acompañamiento por parte del Equipo Educativo de la Asociación Enredando Encuentros, que son los artífices de este proyecto y la médula espinal de Raíces y Flores: Espacio de Educación y Crianza en Comunidad.
Empezamos con una reunión con las familias que deseaban que sus hijos/as participasen en esta experiencia, el pasado viernes 20 de diciembre de 2013, durante la reunión se pudieron observar algunas miradas incrédulas, ilusionantes, fascinadas… con un campamento “de verdad” que pretendía construir un campamento indio en medio de Almensilla, y una zona de Juego y Diversión. Las primeras energías eran muy satisfactorias, Tere y Gloria, ambas directora y técnica de la Delegación de Bienestar Social del Excmo. Ayuntamiento de Almensilla, se mostraban muy esperanzadas. Y las expectativas respecto a la idiosincrasia de esta actividad se cumplieron, puesto que el clima de compañerismo, la diversidad de actividades realizadas y la felicidad de niños y niñas ha sido muy elevada. Tan sólo la climatología ha puesto con su lluvia, por otro lado también necesaria para el campo, su nota discordante que no ha permitido finalizar los proyectos inicialmente diseñados por niños y niñas. También ha sido reseñable el papel de un grupo de niños y niñas que día a día se acercaban al campamento, para llevarse ramas, troncos y cuerdas, tarea que hacía más difícil terminar de construir el campamento, pero que abría una puerta al trabajo de sensibilización y respeto hacia el espacio público.
El 26 de diciembre lo dedicamos a empezar a conocernos como TRIBU, consensuar nuestros límites y acuerdos de convivencia para respetarnos y ser felices, posteriormente pasamos a reconocer espacios de alrededor de donde aprovisionarnos de materias primas para nuestras construcciones que fueron organizadas por procedencia, tamaño y posibles usos. Disfrutamos de juegos, paseos y empezamos las primeras construcciones con ramas, hojas, troncos y cuerdas. Cabañas y Tipis indios empezaban a adornar el paisaje urbano en el Parque de Mayores.
Indios con caras pintadas de fiesta, anunciaban la época de fiestas y celebraciones en la que nos encontramos.
El 27 de diciembre, nos levantamos con tiempo desapacible, y con dificultades para acceder al CEIP El Olivo, sin embargo después de mucha paciencia pudimos empezar nuestra asamblea de la TRIBU para diseñar el campamento, los modelos de tienda y posibles espacios, también los/as niños/as empezaron a pensar en qué juegos debían estar presente en la Zona de Juego y Diversión. Finalmente una parte de la TRIBU se fue a elaborar pan y galletas, al centro de Formación, mientras otra parte se quedaba jugando y pintando materiales para decorar y jugar en ZDJ. Hoy también niños y niñas traían materiales de sus casas que pudieran ser reutilizados, agraciados con una segunda oportunidad, para decorar, adornar o realizar actividades de manualidades.
El 30 de diciembre, pudimos re-anudar en parte nuestra labor como TRIBU, por lo menos parcialmente, puesto que el día seguía algo desapacible, por lo que a primera hora nos trasladamos al CEIP El Olivo, para realizar las asamblea en pequeño grupo, un espacio donde retomar actividades, acuerdos de convivencia y planificar las actividades a realizar durante el día, una vez escuchados todos y todas los/as niños/as, que comparten sentimientos, ponen nombre a las emociones, cara a sus compañeros/as y diseño a sus ideas/propuestas.
Las cabañas no habían resistido el envite de una pandilla de niños y niñas que literalmente habían desmontado el campamento, para construir el suyo propio 300 m. más allá.
Conversando con ellos descubrimos que a algunos/as nos lo dejaban a apuntarse, a otros no les habían dado la oportunidad, pero día tras día nuestra tribu iba siendo más grande con nuevas incorporaciones, y es que todos los días hemos ido sumando niños y niñas. Negociamos, y parece que lo conseguimos, pero para el 2 de enero el campamento volvió a sufrir otro envite ahora el de los petardos.
Nuestro campamento fue reconstruido y adornado con nuevos elementos rituales, unos preciosos Tótem que decorados con esmero habían sido ubicados en el centro del campamento.
Al final de la mañana de este último día de campamento en el año 2013, algunos miembros de la tribu despidieron el día plantando arbustos autóctonos, un modo de agradecer a este año que acaba lo proporcionado, en vida y experiencias, y dar la bienvenida al nuevo 2014.
El 2 de enero, anunciando un nuevo año decidimos continuar con nuestras asambleas de grupo-pequeño, programa más en función de la ZJD (zona de juego y diversión), cual fue nuestra sorpresa cuando al final de la mañana algunas familias nos comunicaban que el camión de obras y servicios del Excmo. Ayuntamiento de Almensilla, por sorpresa y sin previo aviso, había recogido todos los materiales. Bueno estas cosas pasan después de montajes y desmontajes, construcción y de-construcción, sin mucha información sobre los procesos iniciados se desmonta parte del proceso educativo y se retiran materiales, habrá que trabajar mejor la comunicación y coordinación, para que no parezca lo puede no ser, y simplemente decidamos de modo compartido. Continuamos con la plantación de arbustos, ahora incorporando ruedas de colores, decoradas con imaginación por niños y niñas.
El 3 de enero, último día de nuestro campamento, continuamos con nuestra asamblea matinal, un espacio donde expresar sentimientos, emociones, ideas, nuevas propuestas, y programar las actividades a realizar. Como había un grupo de siete personas que habían faltado el día que su grupo elaboraba pan y galletas con almendras, pues se optó porque no perdiesen esta oportunidad, mientras el resto fuimos realizando actividades de manualidades, sembrando nuevos arbustos (rómero, lentisco y mirto o arrayán), hasta llegar a un total de cuarenta plantones. También los más pequeños plantaron bellotas de encina que había traído un padre una semana antes, en un parterre de tierra en el propio CEIP El Olivo Semillas que esperamos vayan germinando con el paso de los meses, para que el próximo año por estas fechas podamos trasplantarlas a otro lugar.
Durante muchos días se han repetido los comentarios de: “nos vemos esta tarde para continuar con la construcción de las cabañas”, o “quedamos luego para dar una vuelta y que no nos quiten las cabañas”, o “yo me quiero quedar en este lugar”, “que bueno sería dormir una noche aquí en nuestro campamento”… estos comentarios y propuestas, junto con el entusiasmo mostrado por la mayoría de los/as niños/as nos hace tomar conciencia de que esta iniciativa del Excmo. Ayuntamiento de Almensilla en colaboración con la Asociación Enredando Encuentros “Red-es de desarrollo a Escala Humana” ha sido bien acogida por niños/as y familias. Y que probablemente haya que seguir proponiendo acciones que vayan en la línea de generar nuevos procesos de convivencia y participación desde una metodología de educación libre y alternativa, como EsPaCioS!.
Porque cuando los niños y las niñas parecen jugar a construir o hacer sus casitas, sus juegos y actividades, realmente están aprendiendo a compartir, ser ellos/as mimos/as, identificarse con el territorio y a ser comunidad, y esto es posible desde el respeto a su crecimiento interior y con el apoyo de personas adultas respetuosas, atentas, sensibles y formadas profesionalmente, que saben priorizar los procesos, incluso los menos visibles, frente a los resultados más explícitos. El campamento ha sido un espacio de construcción colectiva aunque no se hayan finalizado las cabañas, los tipis, los espacios de juego y diversión. Precisamente este último, es la excusa para seguir viéndonos el próximo viernes 17 de enero, ahora en familia, para compartir un espacio de comunicación, afectivo y educativo que tanta falta hace en estos nuevos tiempos de tecnología y aceleración.
